¡nueva guía de emigración a chequia disponible!
Por qué dejé España y me mudé a República Checa
Después de años estudiando y trabajando en España, decidí empezar de cero en Praga. En este post cuento, desde mi experiencia personal, qué me llevó a emigrar a República Checa, cómo fue el proceso, qué aprendí y si realmente ha merecido la pena. Ideal para quienes se plantean mudarse a Europa Central.
Alejandro González
12/8/20256 min read


Hace ya tres años y medio que me mudé a la República Checa, aunque a veces me da la sensación de que fue hace apenas dos meses. El tiempo pasa rápido cuando estás en un lugar nuevo, rodeado de experiencias distintas y viviendo etapas que nunca habías imaginado. Desde julio de 2022 estoy en Praga, y desde entonces hay una pregunta que me hacen constantemente, ya sea gente que conozco en persona, seguidores del canal o incluso otros extranjeros que viven aquí: “Alex, ¿por qué acabaste en Praga?” Supongo que para mucha gente resulta raro dejar España, un país con sol, buena comida y gente abierta, para venirse a una ciudad fría en pleno Centro de Europa. Pero mi decisión tuvo un proceso más largo de fondo, una mezcla de circunstancias y curiosidad personal que me gustaría contar aquí.
Antes de meterme de lleno en los motivos, aprovecho para recordar algo importante para quienes estén pensando en hacer un cambio como el que yo hice. En esta web he ido creando poco a poco herramientas y contenido pensado para ayudar a cualquier persona que esté valorando mudarse a Chequia. Hay un visor de coste de vida, información práctica, y una guía de más de 120 páginas donde explico absolutamente todo el proceso: alojamiento, trabajo, transporte, ciudades, vocabulario básico en checo… todo en un documento pensado para hacer el camino más sencillo. Es básicamente la guía que a mí me habría gustado tener antes de venirme. Y, además, quien la compra tiene un 10% de descuento si más adelante quiere una consultoría personalizada conmigo.
Pero volvamos a la historia.
Siempre digo que si quieres entender por qué acabé en Praga, tienes que conocer primero cómo eran mis inicios en España. Terminé la secundaria en 2013, hice un año de Bachillerato y después decidí cambiar de vía. Me pasé a un ciclo formativo de grado medio en Gestión Administrativa, dentro del área de finanzas, porque me parecía más práctico y enfocado al mercado laboral. Después cursé un grado superior en Finanzas y Contabilidad, con la idea firme de acabar en la universidad. Y aunque todo fue según lo esperado, hubo un detalle que retrasó bastante mis planes: las prácticas.
Mientras que en un centro público habría terminado las prácticas en junio, el centro privado donde estudié no pudo encontrarme una empresa a tiempo y las comencé casi en verano. Entre parones y fechas lectivas, acabé las prácticas en octubre, demasiado tarde para aplicar ese año a la universidad. Así que, como hacen muchos jóvenes en España, empecé a trabajar de lo que salía: atención al cliente para un banco, contratos temporales de pocos meses, trabajos de mozo de almacén por la noche… tres años así, compaginando estudios y trabajos, intentando sacar dinero mientras esperaba la siguiente oportunidad.
En septiembre de 2019 por fin pude entrar en la Universidad de Sevilla para estudiar Economía, pero durante la carrera tuve siempre un pensamiento rondándome la cabeza: “¿Y cuando termine, qué?” Porque todos conocemos historias de gente en España que estudia una carrera y al terminar no encuentra trabajo de lo suyo, o acaba aceptando cualquier puesto solo para sobrevivir. Ves a personas con titulaciones universitarias trabajando en restauración, en tiendas, en puestos completamente ajenos a lo que han estudiado.
Y esa sensación de invertir años en formarte para que después el mercado laboral no te dé ninguna
oportunidad es muy frustrante.
Si a eso le sumas la dificultad para independizarte, los precios de la
vivienda, la competencia brutal en portales de empleo como
InfoJobs y la falta de respuesta de muchas empresas, empiezas
a plantearte si quedarte en tu país es siempre la mejor opción.
En mi caso, el cúmulo de todos estos factores acabó pesando más
de lo que yo esperaba. Hacia abril o mayo de 2022 empecé a pensar
seriamente en salir de España.
No tenía un destino claro en mente. Simplemente pensé: “Voy a aplicar a ofertas en distintos países y ver qué pasa.” Envié currículums a Alemania, Austria, Malta, Polonia, Grecia… a donde veía algo interesante. Incluso recibí una oferta en Grecia con vuelo pagado y alojamiento, pero el salario no tenía sentido para el coste de vida y sentía que moverme a un país con una situación económica parecida o peor que la española no me aportaría mucho.
Mientras tanto, seguía en entrevistas en Polonia y Malta hasta que llegó una oferta de Praga. Y aunque en ese momento no era el país que tenía más en mente, sí había algo que me llamaba la atención. Había viajado dos veces a Cracovia, me fascinaba esa sensación de choque cultural y siempre había tenido curiosidad por la vida en Europa Central. Además, la República Checa llevaba años destacando por su bajo desempleo y estabilidad económica. Así que pensé: “El salario no es increíble, pero puede ser una puerta. Una vez allí ya buscaré algo más adecuado a mi perfil.”
Y así fue. A finales de julio de 2022 hice las maletas. Cogí un vuelo con escala en Ámsterdam, pasé la noche allí medio zombificado, y al día siguiente llegué a Praga agotado pero con muchas ganas. La primera semana fue de trámites: tarjeta SIM, cuenta bancaria, registro, explorar un poco la ciudad. El 8 de agosto empecé a trabajar en una empresa de atención al cliente para aerolíneas. No era mi objetivo laboral, pero era mi entrada al país.
Desde el principio tuve claro que no me quedaría mucho en ese puesto. Empecé a buscar algo relacionado con mis estudios y, al mes y medio, ya había encontrado un trabajo mejor. Una de las cosas más positivas de República Checa es que, si tienes cualificación, cambiar de trabajo es relativamente sencillo. Pasé tres años en esa segunda empresa, aprendiendo muchísimo, creciendo profesionalmente y mejorando mis habilidades hasta que recientemente he vuelto a cambiar de trabajo y estoy empezando una nueva etapa.
Mirando atrás, una de las cosas que más valoro de haber emigrado es lo que ha supuesto para mi nivel de inglés. Cuando tenía 21 años mi inglés era bastante malo. Hoy trabajo prácticamente a diario en inglés, tengo reuniones, entrevistas, conversaciones con compañeros de todo el mundo. No soy perfecto, pero tengo una fluidez que jamás habría imaginado hace unos años. Y ese salto solo lo conseguí porque salí de mi zona de confort.
Otro aspecto importante fue emigrar solo. Mucha gente me pregunta si conocía a alguien en Praga antes de venir, y siempre respondo que no. No conocía absolutamente a nadie. Y aunque eso da vértigo, también te obliga a crecer, a adaptarte, a relacionarte con gente nueva, a aprender a resolver problemas tú solo. A veces creemos que emigrar es casi imposible, pero en realidad la mayoría de las barreras están en nuestra cabeza. Si comparas mudarte hoy, con internet, con Google Translate, con la cantidad de información disponible, con lo que era emigrar en los años 50 o 60, la diferencia es abismal.
A veces me preguntan si me arrepiento de haberme ido de España. Y la respuesta es muy simple: no. En absoluto. Si volviese atrás, tomaría exactamente la misma decisión. He crecido profesional y personalmente, he mejorado mis condiciones, he aprendido un idioma, he descubierto una nueva cultura y, sobre todo, me he dado cuenta de que era capaz de mucho más de lo que pensaba.
¿Significa eso que me voy a quedar a vivir toda mi vida en la República Checa? No lo sé. No me gusta afirmar nada con tanta anticipación. La vida cambia, las prioridades cambian y nunca sabes dónde estarás dentro de diez años. Pero ahora mismo, a finales de 2025, estoy cómodo aquí. Me gusta mi trabajo, la ciudad, las oportunidades que tengo y lo que sigo aprendiendo cada día.
Esta ha sido mi historia y mi punto de vista personal. Si tú también has emigrado o estás pensando en hacerlo, me encantará leer tu experiencia. Y si tienes dudas o necesitas orientación más concreta, en mi web tienes tanto la guía como la posibilidad de reservar una consultoría conmigo.
Gracias por leerme y por acompañarme en este camino.






Mi Historia
En este vídeo te explico el porqué dejé España para empezar una nueva vida en República Checa.

